En nada están aquí esos días en los que no se te termina de secar nunca el cabello y, cuando lo hace, está tan encrespado por la lluvia que necesitas volver a lavarlo para que —¡oh, sorpresa! — tarde en secarse y… otra vez volver a empezar. La humedad en el pelo se rige por sus propias leyes y vamos a descodificarlas.
Llover tiene que llover, pero nos negamos a conformarnos con el famoso: “ajo y agua” —nunca mejor dicho—. Así que vamos a hacer todo lo posible para mantener el pelo bajo control en época de paraguas (y siempre).
9 TRUCOS PARA COMBATIR LA HUMEDAD CAPILAR
Necesitamos que el cabello esté hidratado y que la cutícula esté lo más cerrada posible; como si fuera un escudo hidrófugo. ¿Por qué? Para evitar que la humedad y el consiguiente encrespamiento hagan de las suyas. ¡Prepárate desde la ducha!
- Tiempo de lavado más breve
El agua hace que la fibra capilar se hinche y, como consecuencia, que el pelo se vuelve más frágil. Por ello, te recomendamos que cuando te lo laves vayas al grano, respetando los tiempos de los cuidados que utilices, pero no recreándote de más. Recuerda: conciencia sostenible.
- Agua templada
Incluso tirando a fría en el aclarado. La razón es similar a la anterior: el calor abre la cutícula del pelo y lo encrespa. Como buscamos lo contrario, ve entrenando tu aguante. Tampoco tiene que estar congelada…
- Mejor por la mañana
Tanto si lo secas al aire como con secador, al lavar tu pelo por la mañana evitas sí o sí el daño que provoca dormir con el cabello mojado. Y es que esa humedad durante toda la noche fomenta la porosidad de las hebras, la aparición de nudos que pueden acabar en caída por rotura y la sensibilidad del cuero cabelludo.
- Hidratación en el lavado
Utiliza productos adecuados en función de tu tipo de pelo y cuero cabelludo para asegurar y preservar sus niveles de humectación. Cuanto más hidratada y sana esté tu melena, menos buscará el agua fuera y menos le influirá la humedad. Tus básicos: champú y acondicionador en cada lavado; y dos veces a la semana mascarilla (cuando la uses puedes prescindir del acondicionador). ¿Otro must? Aplicarte un aceite capilar antes de la ducha o después del secado. Tómatelo como un extra de hidratación.
- Usa toalla, pero sin frotar
Nada de desandar lo andado restregando tu pelo con una toalla. A estas alturas tenemos una fibra capilar bastante cerrada, pulida y desenredada gracias a los pasos anteriores así que, seca tu cabello como si abrazaras o estrujaras cada mechón. Esa es la forma de retirar la humedad. Si frotas, estarás cargando tu pelo de electricidad estática. Consejo pro: utilizar toallas de microfibra o camisetas de algodón.
- Secador lejano y paciente
Si sueles utilizar secador, olvídate de ponerlo a tope. Un cambio brusco de temperatura favorece la rotura porque está deshidratando la fibra y también encrespa. Establece unos 20 o 25 centímetros de separación entre tu cabeza y el aparato y selecciona una temperatura media. ¡Ah! E incorpora los protectores térmicos a tu rutina always y no solo cuando uses la plancha o las tenacillas.
- Champú en seco
Si te tocaba día de lavado y la meteorología no acompaña, aprovéchate de ese bad hair day. Los aceites naturales de tu cabello cumplirán con su cometido sellando la hidratación, así que medios y puntas aguantarán mejor la humedad en tu pelo. Las raíces las arreglas con unas pulverizaciones de champú en seco y cepillando.
- El truco de la laca
Si tienes localizados esos pelitos que se revuelven los primeros cuando hay humedad, puedes anticiparte y hacer que tarden un poco más en encresparse con un toque de laca. Coge una brocha de colorete que no utilices o que esté completamente limpia y pulverízala para luego pasarla por las zonas más conflictivas.
- Evita tocarte el pelo
Sabemos que cuando llueve quieres comprobar a cada rato si tu melena se ha convertido en un nubarrón o si tu flequillo se puede seguir llamando así. Pero… ¡manos quietas! Lo único que pueden hacer es empeorar la situación con los aceites de la piel y la fricción de los dedos.
A ver, humedad y pelo nunca van a ser best friends, pero oye, si al menos conseguimos que convivan armoniosamente en época de lluvias o en viajes a la playa pues ya es un gran paso.